"...mejor, pues, que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época." J. Lacan.

Contribución al debate: Una perspectiva desde España

Pilar Dasí - Valencia, Junio del 2000

La serie de trabajos que están saliendo estos días por la IFCL llaman a la reflexión sobre la Escuela, siguiendo el modelo que ha caracterizado a los Foros desde 1.998. A saber: que el debate plantee los puntos candentes, como premisa para la conclusión.

Estos puntos candentes presentan diversos vectores que requieren la consideración a varios niveles:

1.- Un modelo de Escuela que toma como referencia el Acto de Fundación.

2.- Unos dispositivos que tienen su fundamento en la Proposición.

3.- Una articulación local, regional, nacional e internacional que hay que inventar, ya que en este punto no tenemos la referencia a J. Lacan, como enseñanza.

4.- Una experiencia de funcionamiento de los Foros locales y su articulación en el ámbito internacional, que recién comienza a desplegar su eficacia, pero tiene sus modos de organización definidos.

5.- Un deseo de plantear un modelo inédito con relación a la experiencia inaugural, que articule tanto la incidencia del discurso analítico con relación a los otros discursos, como la salvaguarda del discurso analítico mismo entre los analistas, analizantes y no analizados.

Sobre las premisas tengo solo que decir que son claras en el debate y en los criterios que se plantean. Es respecto a los vectores mismos: Escuela, dispositivos, modo de asociación, consecuencias del modo de funcionamiento en unos lugares y otros, y distinción entre Escuela y Campo Lacaniano, donde se perfilan distintos planteamientos, en lo leído hasta ahora.

Al respecto he tratado de cernir mi reflexión, tanto desde una posición de extraterritoriedad, necesaria a un planteamiento de Escuela Internacional, como desde una posición dictada por los acontecimientos en España desde la creación de los Foros, pasando por el momento de constitución de la IF, hasta ahora. Es decir, considero los vectores y las premisas, pero también los efectos de un modo de plantearse las cosas, que son nuestros antecedentes.

Con relación a ellos, tenemos el Colegio de Representantes y el Colegio de Delegados de la IF. Esas son las estructuras mínimas que igualan a los países. Tenemos también las distintos modelos que se han desplegado según las comunidades y las consecuencias que ya pueden leerse. Respecto al modo de asociación en Brasil, sigo con interés los planteamientos y las distintas posiciones(1), también respecto a Francia (2), Colombia, Venezuela, Argentina, etc. pues lo que pasa localmente incide sobre el conjunto de la IF.

Y al respecto, pienso a la reciproca, que el modelo para España, nos incumbe a nosotros, pero también nos hace responsables ante el conjunto de la IF y de la futura Escuela. Es importante atender pues a los criterios de organización que se planteen --que se están planteando ya y que cristalizaran en breve-- y es importante asumir la responsabilidad que nos incumbe.

Mi posición parte de aceptar la temporalidad que Pierre Bruno y Colette Soler han concretado (3), lo que da un marco de actuación muy preciso. En cuanto al modelo, después de estudiar con mis colegas de Valencia los distintos textos presentados, Visión de Escuela y Visión de Escuela continuación, de Colette Soler, me parecen impecables en su formalización. No obstante, en mi opinión, dejan sin resolver a día de hoy, el eterno problema del gradus y la jerarquía, que requiere más concreción. El tercer texto de Colette Soler, recientemente aparecido en las listas tiene la virtud de la claridad expositiva, al plantear una Asociación constituida a través de una transformación de aquellas ya existentes y que incluiría dos finalidades distintas y correlacionadas del Campo Lacaniano y del Discurso Analítico. Es en referencia a las dos direcciones que asegurarían que cada uno tenga sus órganos propios, donde se ocupa de la jerarquización.

Creo que ahí está la tensión del debate en el momento actual, pues todos estamos advertidos de las consecuencias posibles en el marco de la Escuela y con relación a sus dispositivos, y por tanto con relación al Discurso Analítico.

Recojo del "Acta de Fundación" del 64, los puntos mencionados por J. Lacan para cernir, a la luz de los acontecimientos actuales, las sombras que hacen contrapunto a nuestro saber sobre: la formalización de la transmisión del psicoanálisis, el uso del poder político y la parálisis del pensamiento de la comunidad analítica consecuencia de la jerarquía misma.

Me parece también interesante retomar el efecto que recoge de la experiencia tres años después el mismo J. Lacan, pues dice sin paliativos que la jerarquía promueve el retorno del estatuto que conjuga la emergencia narcisista y la astucia competitiva, contrario a los fines del psicoanálisis, al producir un retorno de lo que el psicoanálisis mismo pretende liquidar.

Así pues, entiendo que la Proposición es un intento de hacer emerger ese punto de real, sin ocultarlo, para "captar en ese defecto la articulación que falta". En el 67, J. Lacan es mas preciso respecto a como ser/volverse responsable del progreso de la Escuela. Ya no se trata solo de que se ponga a prueba el interés, el deseo, etc., sino que la Escuela sea el resultado de los vectores que J. Lacan plantea como elementos básicos: el cartel, el pase, la permutación, etc.

Así, mi pregunta hoy, es qué disposiciones transitorias (qué núcleo inicial o que tipo de Colegio) serán las mas adecuadas para la puesta en marcha después de este periodo de un año escaso. Al respecto hay distintas posiciones. Y es en ese marco donde pienso que las estrategias nacionales resolverán o no, las tensiones inherentes a la estructura misma asociativa.

La Charte de la IF deja, en mi opinión deliberadamente, ese lugar como vacío y por tanto tiende a llenarse de una manera más o menos excesiva según los talantes y las predisposiciones (4). Colocar en el centro de la experiencia de Escuela la causa analítica misma, implica para mí, que sus dispositivos se orienten por la forma discursiva que la puede hacer emerger y aun llevar a comandar, si la experiencia se atiene a sus reglas mínimas. Esto no es un acto de voluntad, sino un acto que nace del deseo, cuando este no se enreda en las pasiones.

Para que sea posible actuar sobre lo imposible, el dispositivo mismo debe dictar las reglas acordes a los objetivos, pues la tendencia del ser hablante es hacer trampas a sus mismos propósitos. Freud dixit y Freud mismo lo experimentó en su diseño de la IPA.

La Escuela implica en mi opinión, echar mano de la imagen del grano de arena, que hace montón y no todo, y su experiencia no debería ser tributaria de cálculos políticos, mas allá de lo necesario para la puesta en marcha de los dispositivos y el análisis de las formas organizativas subsidiario de lo discursivo, de los textos institucionales y de las herramientas que la teoría y la clínica analítica nos proporcionan. Pero quizás eso sea sólo un nuevo ideal, por lo tanto, el acto invita a la concreción.

Planteo a mis colegas de toda España un intento de dialectizar los problemas, donde la discrepancia organizativa quede articulada de tal modo que no haga obstáculo a las promesas que la Escuela de Lacan nos invita a desplegar para cada uno y para la comunidad analítica.

Alejemos de nosotros el modelo: enemigo exterior, enemigo interior y constitución de mayorías, minorías que hace vascular el poder, desde el modelo de la guerra al que estamos acostumbrados. Sé que no hay un modelo de la paz con muchos adeptos, de la misma manera que no ha triunfado nunca un periódico que de buenas noticias. Eso es notorio, si exceptuamos a la experiencia analítica, que sí fabrica un modelo que lejos de la complacencia ignorante, produce un alegre saber (gaya ciencia). Un saber que se refiere fundamentalmente a que hacer con nosotros mismos.

Es ahí donde convoco a mis colegas en lo colectivo y aunque tengo algunas ideas al respecto, aspiro a una respuesta para que el no todo, se refiera a la diferencia entre un grupo y la Escuela como plantea Lacan y no a la exclusión de algunos que lleva a una metonimia imparable.

Con relación a este punto, una cuestión se perfila anterior e imprescindible de ser abordada si no queremos caer en la impostura. La situación actual de los Foros en España es de una enorme fractura ocasionada por el modo de plantearse la AeFCL -ahora AePCL-- que se encontró con el cuestionamiento de muchos colegas y de cuatro Foros pertenecientes a la IF, y no supo o no quiso reconducir sus posiciones.

Esta situación se puso en evidencia con la creación de FeRCL (Foros en Red del Campo Lacaniano en España) cuya finalidad discreta ha sido sostener el deseo de los miembros de los Foros con respecto a la IF, al tiempo que se cumplía el objetivo de hacer red entre las distintas comunidades españolas sin que lo político viniera a entorpecer a lo analítico y sus lazos entre colegas. FeRCL en España sostiene el Campo lacaniano porque sostiene los Foros y sus Espacios Escuela, tal como la firma de la Charte lo requería como pacto y compromiso.

Es cierto, que si bien los miembros de los Foros entraron a formar parte de la IF en tanto que pertenecientes a un Foro cualquiera, una Asociación requiere la adhesión de cada uno, pero también es bien cierto que la puesta en marcha de un proyecto nacional, requiere de los acuerdos mínimos de los iniciadores del movimiento de los Foros en su conjunto, en el ámbito nacional y en el ámbito local. Y más en una realidad social como la española, donde las comunidades autónomas son su fundamento. Soslayar esta cuestión, ya trajo graves problemas en el pasado.

Ese el punto de impasse y si leo bien, las cosas no tienden a mejorar. Es decir, aún con la experiencia del pase que proporciono a los españoles la AMP, España sólo estará en condiciones de articularse en los dispositivos de Escuela cuando no prevalezcan las diferencias políticas por encima del discurso analítico. Las diferencias requieren la posibilidad de ser dialectizables cuando en el horizonte esta la Escuela.

Se trata entonces, para todos, de analizar los propósitos de la AePCL teniendo en cuenta la realidad de los acontecimientos que ya se han producido y también de que FeRCL concrete qué está dispuesto a asumir respecto a los dispositivos existentes. Por lo que sé, el día 19 de Junio las cosas habrán dado un vuelco y podría ocurrir que nos presentemos ante la comunidad internacional con dos Asociaciones que se pretendan nacionales y con muchos que no se adscriban ni a la una ni a la otra. Esa es la tendencia. No la juzgo, la constato y por ello el modo de operar se juega en ese nuevo contexto. Y es por eso que la conclusión, invita ya a concretar el campo que sostenemos.

Los ejes: pase y formación, muchas veces mencionados estos días, obligan a plantearse que en las condiciones actuales de nuestra comunidad en España, se podría transformar de nuevo lo referente a los dispositivos de Escuela, en la consideración subliminal o no de lo político, de lo epistémico, de la promoción mas allá del momento clínico del pase, que tanta tinta y tantas consecuencias ha tenido en la historia del movimiento psicoanalítico en los últimos seis años.

En mis reflexiones tampoco me hago muchas ilusiones, ni me engaño sobre las posibilidades reales, es por eso que más allá de mi deseo de una posible reordenación de las condiciones de la AePCL y de FeRCL que haga posible el planteamiento de Escuela en España (subrayo en España y no de España) separo en mi consideración FCCL, FCL y Escuela del Campo Lacaniano, de manera que sea posible abordar parcialmente las cosas, planteando las condiciones mínimas de posibilidad real para todos.

Pierre Bruno, en su análisis de la situación, escribe que lo importante no es quien será parte de la Escuela, sino porqué. Pues bien, yo entiendo que es tan importante el quién como el por qué y eso porque no se entenderían las razones por las cuales podría haber un juicio de atribución sobre el verdadero o falso deseo de Escuela, tal como Lacan la concibió. Además si cada uno de los miembros de cada Foro, aplico su compromiso personal con el Campo Lacaniano, firmando la Charte y nombrando a sus delegados y representantes, no se entendería por qué las premisas y las consideraciones pudiesen ser otras.

Otra cosa bien distinta es el pase y por consiguiente el AE, que incumbe a lo intimo de cada cual y el AME, que será nombrado por las instancias concernidas. Y es a ese respecto que debemos ser cuidadosos en el modo de pensar los dispositivos, que yo he llamado más arriba, las disposiciones transitorias de puesta en marcha.

La cuestión de fondo es saber si el Campo Lacaniano surgirá de las asociaciones nacionales, tal y como algunos pretenden, o por el contrario, será la estructura legal de la IF quien le dará marco. Yo abogo por lo segundo, por el momento, por la razón de que cualquier instancia nacional tiene que nacer del consenso entre los distintos Foros existentes. Respecto a la Escuela, si tomamos como premisa, los órganos del gradus como distintos a la dirección, algo de luz se dibuja ya en el camino de lo que Colette Soler ha llamado, conclusión fundada, y a la que da un tiempo para concluir, noviembre del 2001.


(1) Jairo Gerbase, Antonio Quinet, Sonia Alberti

(2) Que tiene un modo de organización concreto.

(3) Periodo preliminar, exploratorio, conclusión. Tercer texto de Colette Soler

(4) Albert Nguyen

Autor: Pilar Dasí - 01/06/2000